Nuestro sitio web utiliza cookies para mejorar y personalizar su experiencia y para mostrar anuncios (si los hay). Nuestro sitio web también puede incluir cookies de terceros como Google Adsense, Google Analytics, Youtube. Al usar el sitio web, usted consiente el uso de cookies. Hemos actualizado nuestra Política de Privacidad. Por favor, haga clic en el botón para consultar nuestra Política de Privacidad.

La respuesta al estrés y el cortisol se incrementan por deshidratación, según nueva investigación

https://www.vidayexito.net/wp-content/uploads/2015/03/Hidratacion-1.jpg

Un estudio científico reciente realizado en el Reino Unido ha evidenciado que no consumir suficiente agua diariamente puede aumentar los niveles de cortisol, que es la hormona principal del estrés, aun cuando las personas no sientan sed. Esta investigación subraya la importancia de asegurar un consumo apropiado de líquidos como una forma de minimizar la reacción corporal frente a situaciones de estrés y cuidar la salud a largo plazo.

Un estudio británico corrobora la conexión entre el agua y el estrés

El trabajo, llevado a cabo por investigadores de la Universidad John Moores de Liverpool (LJMU), evaluó cómo la ingesta de líquidos influye en la respuesta biológica al estrés. Según los resultados, las personas que consumen menos agua de la recomendada presentan un aumento notable de cortisol durante situaciones de tensión, lo que puede tener implicaciones directas en el bienestar físico y emocional.

Para establecer los parámetros de hidratación, los científicos utilizaron las directrices de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (AESA), que recomiendan 2,5 litros diarios para hombres y 2 litros para mujeres. La Guía Eatwell del Reino Unido sugiere entre 1,5 y 2 litros diarios, equivalentes a seis u ocho tazas de líquido, con necesidades superiores en condiciones de calor, actividad física intensa, recuperación de enfermedades, embarazo o lactancia.

Proceso de análisis y valoración de los participantes

El estudio incluyó a 32 adultos divididos en dos grupos: uno con consumo inferior a 1,5 litros de agua por día y otro que cumplía con las recomendaciones oficiales de ingesta. Durante una semana, los investigadores realizaron análisis de orina y sangre para evaluar el nivel de hidratación de cada participante.

Más adelante, los voluntarios fueron parte de un test de estrés creado para imitar escenarios diarios de tensión. Este consistió en una simulación de entrevista laboral ante un panel de tres evaluadores y una cámara ficticia, seguida de un reto de cálculos mentales rápidos. Este método permitió evaluar de forma controlada la reacción hormonal al estrés, concretamente los niveles de cortisol en la saliva antes y después de los experimentos.

Resultados: aumento de cortisol a pesar de síntomas físicos parecidos

Los descubrimientos indicaron que, a pesar de que ambos grupos experimentaron síntomas físicos comparables, como ritmo cardíaco elevado, sudoración en las manos y sequedad bucal, aquellos que consumían menos agua mostraron aumentos mucho más significativos en los niveles de cortisol.

El profesor Neil Walsh, de la LJMU, señaló que, pese a que todos los participantes se sintieron ansiosos durante la prueba, los mal hidratados mostraron respuestas hormonales más intensas. “El cortisol es la principal hormona del estrés y la reactividad exagerada ante el estrés está asociada con un mayor riesgo de enfermedades cardíacas, diabetes y depresión”, explicó Walsh.

Un hecho importante es que los individuos que ingerían menos agua no manifestaron una sensación incrementada de sed, lo cual sugiere que la percepción personal de estar hidratado no siempre coincide con el estado verdadero del cuerpo.

Hidratación como estrategia para moderar el estrés diario

Los autores del estudio sugieren que mantener una adecuada ingesta de líquidos podría ser una estrategia sencilla y efectiva para moderar la respuesta al estrés. Sin embargo, destacan que se requieren más investigaciones para confirmar si aumentar la ingesta de agua en personas con hábitos de consumo insuficientes reduce la reacción del organismo frente a los “microestresores” cotidianos, como el tráfico o las presentaciones laborales.

El docente Walsh mencionó que seguir las recomendaciones de hidratación podría integrarse dentro de un conjunto de rutinas saludables que pueden reducir la reacción del cortisol diariamente. Tener en cuenta el volumen de agua que se ingiere no solo favorece el funcionamiento fisiológico, sino que también constituye un medio disponible para resguardar la salud mental y física a largo plazo.

Por Otilia Adame Luevano

También te puede gustar